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Sale a información pública la ampliación de la IGP ‘Carne de Cantabria’ que contempla la inclusión de cuatro nuevas razas bovinas

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Santander – 10.03.2021

El Boletín Oficial de Cantabria (BOC) ha publicado hoy el anuncio por el que se inicia el periodo de información pública de la tramitación que está llevando a cabo la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Oficina de Calidad Alimentaria de Cantabria (ODECA) para ampliar la Indicación Geográfica Protegida (IGP) ‘Carne de Cantabria’ y poder incluir otras razas de ganado bovino que se crían tradicionalmente en Cantabria, como la charolesa, pirenaica, blonda de Aquitania o la fleckvieh, así como para modificar la mención de la raza pardo-alpina por la de ‘parda de montaña’.

La petición de modificación, realizada por la Federación de Asociaciones de Productores de Criadores de Ganado Vacuno de Razas Cárnicas de Cantabria, se ha convertido finalmente en una modificación del pliego de condiciones de la IGP, centrada en aspectos como la descripción del producto, la prueba de origen, el método de obtención, la estructura de control y el etiquetado, y sobre la base de la existencia de un sistema de manejo común.

El consejero Guillermo Blanco ha explicado que la inclusión de nuevas razas en la IGP ‘Carne de Cantabria’ responde a que, al igual que el resto de razas ya incluidas, otras razas que forman parte de la tradicional cabaña ganadera han ido adquiriendo de manera progresiva mayor relevancia en el volumen de carne que se producen en Cantabria.

La producción de carne de vacuno de Cantabria, ha precisado Blanco, “mantiene un aspecto común en su sistema de manejo, producción y alimentación, aprovechando los pastos que de manera natural conforman el paisaje de la región”, lo que permite incluir todas las razas que tradicionalmente se crían en Cantabria bajo este sistema.

Este sistema de manejo contribuye a diferenciar la carne de IGP de la obtenida de animales que no han pastado en ningún momento de su vida, “siendo este manejo y alimentación, y no la especificidad o rusticidad de las razas, la esencia de la diferenciación para la IGP, vinculando el producto al territorio”.

El titular de Desarrollo Rural ha recordado que esta propuesta de ampliación de la IGP ‘Carne de Cantabria’ cuenta con el respaldo de los consumidores, en base a un estudio sobre la reputación de la carne de Cantabria, lo que indica que el apoyo de la solicitud no se fundamenta en las razas o en su protección, sino en la reputación de la carne obtenida por el sistema de manejo y alimentación establecido por este sello de calidad.

Además, ha puesto en valor el esfuerzo de los productores que se encuentran actualmente acogidos a esta denominación de origen, cuyas producciones se han visto incrementadas en los últimos años “gracias al esfuerzo que han realizado todos para que este ganado puede estar identificado y comercializado bajo este sello de calidad”.

Muestra de ello, ha dicho Blanco, son los más de 4.300 animales que han sido identificados bajo este sistema de calidad diferenciada en un contexto de “tantas dificultades” provocadas por los efectos de la pandemia del coronavirus.

“El sistema de producción característico en la carne de Cantabria influye de manera determinante en las características organolépticas de la carne, a través de la composición de la grasa y del nivel de engrasamiento, así como del color de la grasa, homogeneizando el producto comercializado”, ha subrayado Blanco.

Ha destacado que el estudio realizado para apoyar esta modificación ha sido realizado por el departamento de Producción Animal y Ciencia de los Alimentos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, “uno de los centros de mayor especialización en la investigación de las producciones ganaderas y las características y valorización por los consumidores de la carne y sus productos”.

Teniendo en cuenta que este estudio considera que si se mantiene el sistema de producción, otras razas empleadas por nuestros ganaderos pueden entrar a formar parte de la IGP ‘Carne de Cantabria’, el consejero ha indicado que la modificación de las condiciones de este sello de calidad se ha considerado una modificación menor, “al no afectar al vínculo del producto con el territorio y a que en ningún momento considera como requisito imprescindible la exclusividad de las razas autóctonas rústicas”.

Otro de los motivos que ha llevado al Gobierno de Cantabria a ampliar la IGP ‘Carne de Cantabria’ es adaptarla a la legislación comunitaria vigente y clarificar su redacción actual, de tal manera que se modifica el apartado de obtención del producto por la necesidad de adaptar la identificación y nomenclatura de los tipos de productos a la denominación de la venta aplicable a la carne de vacuno en relación con la categoría de animal.

También se modifica la estructura de control, al sustituir la ODECA al Consejo Regulador de la IGP, al ser este organismo la autoridad competente en la gestión, y en la tramitación de solicitudes de inscripción de las denominaciones de origen protegidas y de las indicaciones geográficas protegidas en el registro comunitario.

Además, de acuerdo con la nueva legislación vigente, se suprime la obligación de registro en el Consejo Regulador como adaptación al sistema de control y verificación, así como las funciones de control no asociadas a este Consejo como órgano de gestión.

Cualquier persona, física o jurídica, cuyos legítimos intereses considere afectados, podrá oponerse a esta ampliación de la IGP ‘Carne de Cantabria’ mediante la presentación de la declaración motivada de oposición por escrito dirigida a la Dirección General de Pesca y Alimentación en el registro de la Consejería o en cualquier otro permitido por la normativa vigente en el plazo de dos meses a contar desde el día siguiente a la publicación de esta resolución en el BOC.

Cómo ampliar la IGP ‘Carne de Cantabria’

El Gobierno de Cantabria encargó un estudio a la Universidad de Zaragoza para ver qué posibilidades existían de ampliar el sello de calidad IGP ‘Carne de Cantabria’ con las razas de ganado bovino charolesa, pirenaica, blonda de Aquitania y fleckvieh sin modificar los parámetros que han permitido que Cantabria cuente con este sello.

La Consejería, además, ha llevado a cabo una revisión bibliográfica de documentos científicos para avalar que las características tanto fisicoquímicas como organolépticas de las carnes cuyos animales se pretenden incluir en la IGP ‘Carne de Cantabria’ son similares a la carne que se obtiene de acuerdo con el pliego de condiciones actual.

Tras llegar a un acuerdo de consenso con los representantes de las organizaciones ganaderas y someter a información pública el documento, la Consejería, una vez analizadas las alegaciones que se produzcan, dará traslado de la petición al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para tramitar la ampliación de la IGP.

Si la propuesta cuanta con el visto bueno del Ministerio, la solicitud será remitida a la Unión Europea, de quien depende la decisión final sobre la ampliación.

Una IGP consolidada

La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente impulsó en 2001, junto con las organizaciones agrarias de la región, la creación de un sello de calidad para reconocer y amparar la producción de carne de Cantabria con el objetivo de generar rentas a los ganaderos, asentar a la población rural y ofrecer a los consumidores de un producto obtenido de forma tradicional y con las máximas garantías de calidad y trazabilidad.

Así, ese mismo año se aprobó el reglamento de la IGP ‘Carne de Cantabria’ y pasó a formar parte del registro de productos de calidad de la Unión Europea en 2004, regulando tanto las razas autorizadas (tudanca, monchina, pardo-alpina, limusina, asturiana y sus cruces), como el sistema de producción, la alimentación y la presentación del producto, teniendo en cuenta que todo el proceso desde que nace el animal hasta el sacrificio ha de realizarse en Cantabria.

También establece el sistema de control al que han de someterse, tanto las explotaciones como las industrias de manipulación, así como un sistema de sellado e identificación de canales y piezas que permite su identificación en cualquier momento de su faenado y comercialización, garantizándose de este modo la trazabilidad del producto y por tanto su origen.

Este sistema de control de la carne es llevado a cabo por la Oficina de Calidad Alimentaria de Cantabria (ODECA) a lo largo de todo el proceso productivo para poder realizar el seguimiento de la trazabilidad a lo largo de la cadena, desde las explotaciones ganaderas, las industrias y la distribución hasta el consumidor final.

Desde que inició su andadura, la IGP ‘Carne de Cantabria’ ha contado con el apoyo institucional del Gobierno autonómico a través de acciones de publicidad y promoción, tales como la presencia en las ferias más importantes a nivel regional y nacional, presentaciones y campañas de publicidad en medios de comunicación.

Fuente: www.cantabria.es