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Gema Igual, acompañada del Obispo, ha visitado las obras que supondrán un cambio de la calle para proporcionar un acceso adecuado a la Catedral desde la cota baja de la ciudad, teniendo en cuenta la condición del lugar y su solemnidad
Santander ha dado un paso más en la mejora del entorno urbano de un enclave de gran relevancia, como es el que rodea a la Catedral, con el inicio de las obras de remodelación de la calle Obispo Juan Plaza.
La alcaldesa, Gema Igual, acompañada del Obispo, Manuel Sánchez Monge, del concejal de Fomento, César Díaz, y del arquitecto del proyecto, Clemente Lomba, ha visitado el inicio de los trabajos que, tal y como ha explicado, supondrán un cambio de la calle para proporcionar un acceso adecuado a la Catedral desde la cota baja de la ciudad, teniendo en cuenta la condición del lugar y su solemnidad.
Las obras, ejecutados por la empresa Servicios y Obras del Norte (SENOR), cuentan con un presupuesto de 222.971 euros y estarán terminadas en la primavera de 2022.
“El objetivo es dotar a este espacio público tan significativo del tratamiento adecuado como acceso directo desde la zona baja a la Catedral, así como a las nuevas Dependencias Capitulares”, ha señalado.
Durante la visita a las obras, la regidora ha resaltado la intensa y fructífera colaboración con el Obispado, que queda patente en actuaciones como la rehabilitación de la torre del Centro de Interpretación de la Historia de la Ciudad; la nueva Plaza de Eguino y Trecu; la reforma de las Dependencias Capitulares para habilitarlas como Museo, Archivo Diocesano y sala de consultas; o la mejora de la esquina nordeste para recuperar un tramo de la calle más antigua de Santander, la de los Azogues, que han supuesto una inversión municipal de dos millones y medio de euros.
Al respecto, ha indicado que se están ultimando los últimos retoques en el acondicionamiento de las Dependencias Capitulares de la Catedral, una actuación tremendamente importante para la historia de la ciudad porque se ha descubierto un muro medieval; un refugio antiaéreo de la Guerra Civil y los restos del Castillo de San Felipe, que datan del siglo X y que incrementan el patrimonio cultural santanderino.
“Recuperación patrimonial y mejora urbana van de la mano en una actuación que agradecemos al Obispado y que servirá, además, para enriquecer la oferta cultural y turística de Santander, abriendo al público un espacio museístico que complementará las visitas del conjunto catedralicio, así como de la Torre de la Catedral”, ha remarcado.
Igual ha recordado que esta calle, situada entre el Banco de España y la Catedral, surgió a raíz del incendio de 1941 con la reconstrucción del centro siniestrado, pero nunca ha contado con una urbanización adecuada a su condición de acceso directo al claustro de la Catedral.
Para lograr ese tratamiento, el arquitecto de la obra, Clemente Lomba, ha detallado que se van a incorporar los elementos de composición característicos de la secuencia de la arquitectura románico-gótica, y las obras contarán con un seguimiento arqueológico durante los trabajos de movimiento de tierras y la puesta en valor de los elementos más característicos de la calle como son el muro de contención que delimita el vial y la escalinata que baja del claustro.
Igualmente, se recuperará el tendido de cadenas que habitualmente delimita el perímetro de las catedrales góticas, sujetas en cuatro bolardos cilíndricos, y se habilitará nuevo mobiliario urbano.
Además, se optará también por un pavimento a base de losas de granito iguales a las existentes en el entorno y piedra caliza en el frente de las escaleras, utilizando viejas piedras restauradas que se conservan en diferentes depósitos municipales y en toda la actuación se utilizarán sistemas y materiales análogos a los existentes y en sintonía con los que históricamente se han usado para la construcción del conjunto de la Catedral.
La actuación incluirá nuevo arbolado y jardinería y las instalaciones para el correcto drenaje y riego mediante sumideros de canaleta y canal de recogida.