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Santander exploro las raíces del flamenco andaluz este miércoles con ‘Toná’

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La muerte como celebración de la vida, la fiesta y la catarsis individual y colectiva. Así define Toná Luz Arcas, creadora de este espectáculo musical que se disfrutó este miércoles,0 en el Casyc, en Santander.

La compañía La Phármaco, dirigida por la bailarina malagueña, está integrada por Luz Prado y Lola Dolores, quienes juntas forman un trío que pretende representar el folklore de Andalucía en una representación que forma parte de la programación de actividades culturales estivales de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

“Toná surgió en los viajes a Málaga para visitar a mi padre, bastante enfermo”, explica Arcas, quien en el pasado ya había trabajado sobre los ritmos originarios del flamenco, como los verdiales, folclore malagueño prerromano. “Es una obra que mezcla experiencias personales con todo el folklore andaluz”, apunta la bailarina.

Con esta obra musical, la artista busca reivindicar “la memoria colectiva y los imaginarios populares”, frente a lo que señala como un “individualismo” presente en la sociedad. De este modo, define la pasión colectiva como un sentimiento opuesto “al totalitarismo cultural o cualquier intención neoliberal de imponer o capturar un sentido”.

“La obra se reapropia de estos símbolos que muchas veces la versión institucional de los historiales da un significado estático y que nos pertenecen a las que estamos vivas y el significado que le damos”, afirma Arcas.

Además, prosigue la malagueña, la obra indaga en un sentimiento, acuciado por la pandemia, de “desterrar y negar la enfermedad, la vejez y la muerte”. “Es un acto de resistencia contra un sistema que nos hace pensar que esto nos hace débiles cultural y espiritualmente y por tanto, dominables”, asegura.

En este sentido, Toná ahonda en la figura del luto desde la perspectiva de lo femenino, pero desde un punto de vista “festivo” y no de pena, tal y como ocurre, según apunta, en el folklore malagueño. “La muerte se celebra, es una catarsis que se recibe con rabia y alegría”, explica.

La representación explora y se inspira en figuras del folklore andaluz como la bailaora malagueña Trinidad Huertas, alias “La Valiente”, o la figura de la Virgen del Carmen y el misticismo que rodea a los milagros.

La Phármaco
La Phármaco, fundada en 2009, es la compañía que dirigen Luz Arcas (Premio El Ojo Crítico de Danza 2015, Premio Mejor Intérprete Femenina de Danza 2015 en Premios Lorca, Finalista Mejor Intérprete Femenina de Danza en Premios Max 2017) y Abraham Gragera (Premio El Ojo Crítico de Poesía 2013).

Desde sus orígenes ahondan en una propuesta de ceremonia total, donde todos los lenguajes escénicos confluyen en el discurso protagonizado por la danza.

 

Entre sus creaciones destacan El libro de los venenos (2009, Premio Injuve y Málaga Crea 2009), El monstruo de las dos espaldas (2010), Antes fue siempre fuego (2012), Sed erosiona (2012), Éxodo: primer día (2013, nominada a los Premios MAX y a los Premios del Teatro Andaluz por Mejor Espectáculo de Danza y Mejor Intérprete Femenina de Danza y seleccionada para el catálogo del AECID 2015), La voz de nunca (2014, coproducida por  la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales y ganadora del Premio a la Mejor Intérprete Femenina de Danza en los Premios del Teatro Andaluz), Kaspar Hauser. El huérfano de Europa (Teatros del Canal, Festival Otoño a Primavera, 2016, Nominada a Mejor Espectáculo de Danza, Mejor Coreografía y Mejor Intérprete Femenina de Danza en Premios Lorca 2017), Miserere. Cuando la noche llegue se cubrirán con ella (2017), La Errancia (2018), Una gran emoción política (sobre la figura de María Teresa León), coproducida con el Centro Dramático Nacional y Los hijos más bellos (2019, coproducción con los Teatros del Canal y la Compañía Víctor Ullate), Ubume (2018) y La Dolorosa (2019) con la Compañía nacional de El Salvador, BekristenCapítulo 1: La domesticación (2019) en coproducción con los Teatros del Canal de Madrid, Y qué más da, todo es gracia (2019), un proyecto para el Museo Picasso y Toná (2020), estrenada dentro del Festival de Otoño en el Teatro La Abadía de Madrid. En septiembre se estrena su última creación, Somos la guerra (2021) en coproducción con Conde Duque (Madrid).

También exploran espacios no teatrales, como en Chacona (2015), pieza concebida para ser representada en museos (Centro Pompidou de Málaga) y otros contextos, dónde intérpretes y público tienen otro tipo de encuentro.

En esta línea creativa se encuentra también la creación de La Phármaco, Embodying what was hidden (2016), estrenada en Nueva York en el King Juan Carlos Centre y que se representará en Berlín, Barcelona y Nueva Delhi.

La Phármaco lleva a cabo otro tipo de proyectos artísticos y pedagógicos como el de Mundo y Lenguaje, en Malabo, Guinea Ecuatorial, con el objeto de aportar herramientas para la profesionalización del sector de artes escénicas (AECID- FIIAPP), o el proyecto de creación Tú que tienes la luz, en la National Drama School de Nueva Delhi (Instituto Cervantes), con motivo del centenario del poeta Rubén Darío.

Sus trabajos han recibido el apoyo del Centro de Danza Canal, la Compañía Nacional de Danza, la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales, el INAEM, Ministerio de Cultura, Educación y Deportes, SGAE, Comunidad de Madrid, Instituto Cervantes, AECID. Su repertorio continúa en gira dentro y fuera de España.