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La concejala de Dinamización Social ha anunciado que esta fiesta, con la que tradicionalmente miles de personas dan la bienvenida al verano en la Segunda Playa del Sardinero, no se celebrará al igual que ocurriera en 2020 por prudencia debido a su magnitud
La concejala de Dinamización Social, Lorena Gutiérrez, ha informado de que este año, como ya ocurriera en 2020, se volverá a suspender la celebración de San Juan, festividad con la que tradicionalmente miles de personas dan la bienvenida al verano en la Segunda Playa del Sardinero.
La edil ha asegurado que esta fiesta no se celebrará por prudencia, fundamentalmente, debido a su magnitud ya que congrega a un gran número de personas.
“La noche de San Juan es una de las más especiales del año, miles de santanderinos y visitantes se reúnen en las playas de la ciudad – principalmente en El Sardinero – y disfrutan de la fiesta hasta la madrugada, pero tenemos que ser cautos y lamentándolo mucho el Consistorio ha decidido suspender esta celebración”, ha señalado.
Gutiérrez ha recordado que en 2020 el Ayuntamiento ya tomó la decisión de suspender este evento debido a la covid-19 y que este año vuelve a hacerlo porque “no es posible controlar aforos y guardar la distancia social recomendada”, al igual que “tampoco sería viable garantizar el uso obligatorio de mascarillas”.
“La crisis sanitaria de la covid-19 ha marcado un antes y un después en nuestras vidas y, aunque hay muchos ciudadanos ya vacunados, el mayor porcentaje de los que aún no lo están son los jóvenes, principales protagonistas de esta fiesta por lo que no es viable su celebración”, ha lamentado Gutiérrez.
“No es fácil tomar decisiones como ésta pero estamos velando por la seguridad de los más jóvenes y de la de sus familias”, ha remarcado.
La responsable municipal ha anunciado que tampoco se celebrarán actividades infantiles durante la jornada del 23 de junio ni habrá actuaciones musicales como otros años.
Por último, ha explicado que esa noche se intensificarán los controles policiales y se reforzará la seguridad en los accesos a las playas para evitar que se produzcan reuniones de amigos y se practique “botellón”.
