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Santiago Canales Arronte presentó en la Biblioteca de Camargo su libro ‘Humanidad herida. ¿Dónde estamos?’

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La Biblioteca Municipal de Camargo acogió el pasado miércoles la presentación del libro titulado ‘Humanidad herida. ¿Dónde estamos?’ escrito por Santiago Canales Arronte, persona ampliamente conocida en este municipio por haber trabajado en las áreas municipales de Medio Ambiente y de Educación durante los últimos treinta años. 

La alcaldesa de Camargo, Esther Bolado, presentó el acto acompañada por la concejala de Educación, Teresa Pilar Fernández, y destacó la labor “metódica y detallista” desarrollada por Canales Arronte en el Consistorio así como el “gran empeño mostrado a la hora de promover temas como la sostenibilidad o los valores educativos”.

La regidora señaló que la obra fue escrita durante el confinamiento de 2020 provocado por las pandemia del coronavirus, y que se trata de un libro “marcado por la soledad de aquellos días, la introspección, y la distancia física de los afectos”, por lo que confió en que “ayude a reflexionar sobre el mundo en el que estamos y la manera en la que los seres humanos estamos en este mundo”.

El autor, por su parte, expresó su satisfacción por hacer la primera presentación pública de su libro en Camargo -municipio “de adopción” para él en el que han convergido su proyecto personal y profesional-, y tuvo palabras de agradecimiento para la alcaldesa por la presentación y por “su apoyo y familiaridad” durante los años que han coincidido en el Ayuntamiento, así como para la editorial Tantín y para las personas que han colaborado para que el libro haya visto la luz.

Canales Arronte subrayó que el libro nació “en tiempos de los aconteceres convulsos de la pandemia Covid-19” a partir de su “necesidad e inquietud” por profundizar en “comprender lo que está pasando y encontrar maneras de expresarlo”, y en él intercala poemas con textos con otros formatos, junto a ilustraciones y abundantes citas de autores relacionadas con los temas que trata. 

El autor hizo referencia a “algunos de los hechos más impactantes” del año 2020” relacionados con el aislamiento social, la muerte, la renuncia o la ausencia, que se tradujeron en “profundas vivencias que nutrieron los primeros versos”, algunos de los cuales recitó en este acto.

También abordó durante su intervención otros ámbitos relacionados con la pandemia, como el medio ambiente, la salud, la economía, la tecnología, el consumo, etc.  y sobre “lo distópico e insostenible de nuestro modelo de desarrollo”.

En este sentido, defendió que el origen de la pandemia se encuentra en “la destrucción de los hábitats de los animales, generándose zoonosis masivas, fuente del contagio vírico al ser humano” y criticó que “el productivismo, el lucro insaciable y el modelo de desarrollo económico capitalista neoliberal están expoliando los recursos de nuestro planeta, y es el motor de la degradación de la biosfera y la antroposfera”.

Canales Arronte mostró su confianza en que la sociedad “aprenda de la pandemia” para “no volver a repetir los mismos desatinos”, y se remitió a autores de la Grecia clásica “que aluden a la ayuda mutua y al conocerse a sí mismo, como guía y referente para promover un desarrollo humano saludable y curar las heridas de la Humanidad”.

El acto también contó con la participación de María Pilar García Merayo,  psicoterapeuta del Centro Pantos, que señaló que la pandemia “está suponiendo un reto mundial a nivel sanitario, que afecta  a la salud física y también al bienestar emocional y a la salud mental,  pues ha supuesto grandes cambios en la vida cotidiana para la mayoría de las personas y familias”. 

“Los profesionales de la salud estamos siendo testigos en primera línea de esta crisis sanitaria sin precedentes a nivel mundial; estamos inmersos en un trauma social y colectivo de grandes proporciones”, argumentó, y defendió que “esta crisis requiere capacidad de adaptarnos a una vida que necesita cuidados, contacto con la naturaleza, diversidad, con el hecho de sentirnos vulnerables y dependientes y, sabernos seres relacionales, con aquello que resalta lo colectivo y la pertenencia al grupo”.

En la parte final del acto se propuso a los asistentes elegir y describir un personaje, al modo como se hacía en la Grecia clásica en la que el teatro tenía una función sanadora, y se concluyó que una vez que se supere la amenaza del virus será necesario “crear grupos y redes comunitarias, a través de las cuales poder comprender lo que ha sucedido y poder reorientarnos hacia formas de vida más sostenibles”.