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La alcaldesa ha presentado esta nueva propuesta artística, que podrá ser visitada hasta el mes de julio, en la que predomina el malva y que tiene la figura de la mujer como eje principal.
El centro cívico de Tabacalera celebra su primer aniversario como espacio expositivo y para celebrarlo se ha vestido de gala. A partir del jueves abrirá sus puertas la exposición ‘Vivir el momento’ del pintor Pedro Sobrado, “un lujo artístico” que ennoblece el espíritu de este espacio, ya que se trata de uno de los currículums artísticos cántabros más conocidos y laureados.
Así lo ha definido la alcaldesa, Gema Igual, durante la presentación de esta muestra que podrá visitarse hasta el próximo mes de julio y en la que se reflejan el concepto minimalista, vital y dinámico del autor.
En sus palabras, con la exposición se pretende ensalzar el momento presente, predomina el color malva y su eje principal es la figura de la mujer.
“Sus trabajos están llenos de instantes que el autor utiliza a la hora de crear sus obras”, ha subrayado.
Igual ha animado a vecinos y visitantes a que se acerquen a admirar esta exposición y a que fidelicen su presencia en este “magnífico” espacio pensado y preparado para el disfrute de todos los ciudadanos.
La regidora ha recordado que desde que abriera sus puertas al público en marzo del pasado año, el centro cívico Tabacalera ha apostado por la creación y producción de exposiciones de grandes y reconocidos artistas de nuestra región, basando su apoyo y compromiso a la cultura en la ciudad dirigida a fomentar un programa de participación vecinal dinámico, de calidad y de fácil acceso a todos los vecinos de nuestra ciudad.
Así, ha cifrado en más de 20.000 las visitas a las actividades musicales, sociales y culturales del centro que “refuerzan el proyecto en este primer año de apertura al público”.
“Son datos que avalan nuestra apuesta y suponen un incentivo más para seguir volcándonos en la organización de actividades y ofertas de calidad para poner a disposición de nuestros vecinos”, ha incidido.
Durante la presentación, Igual ha avanzado que tras la exposición de Pedro Sobrado el centro cívico Tabacalera ofrecerá en verano un variado calendario de exposiciones que reunirá dos destacadas citas: por un lado, el homenaje a Óscar Muñiz, fundador de la librería Nexus-4 de Santander y referente en el mundo del cómic y la novela gráfica de la ciudad; y por otro lado, a finales de julio, la artista Gloria Pereda ofrecerá su mejor obra en una exposición que aglutinará la pintura más reciente de la reconocida pintora.
Y para poner colofón a la programación expositiva de este año en este centro cívico, ha detallado que Alejandro Quincoces, uno de los grandes pintores de nuestro país, presentará una selección de su obra durante los meses de noviembre y diciembre.
“Se trata, sin duda, de una oferta cultural ambiciosa, muy atractiva y de calidad, acorde a los objetivos que desde el Ayuntamiento de Santander tenemos para este centro como espacio de referencia social y cultural de nuestra ciudad”, ha resaltado.
Sobre Pedro Sobrado
Considerado uno de los pintores más importantes de nuestra historia reciente, su carrera pictórica comienza en 1961 donde se traslada a París, fijando allí su residencia hasta 1976, año en el que regresa a España.
Al principio de su estancia en París frecuentó la Escuela del Louvre y más tarde, se fue ambientando con las corrientes artísticas del momento, que lo condujeron hacia la abstracción, donde se mantuvo hasta 1968 año de la revolución estudiantil en París, denominada “mayo 68”.
Sobrado, para ilustrar estos acontecimientos, que tuvieron eco mundial y que él vivió de cerca, volvió a la figuración, donde ya se quedaría definitivamente.
En el conjunto de la obra de Sobrado, lo primero que llama la atención es la importancia concedida al dibujo. Un dibujo que se hace realidad mediante una línea sobria y exquisita que, armónicamente, va organizando los distintos planos, creando transparencias y unificando formas.
La precisión de sus dilatados trazos desde los primeros momentos nos descubre una mano acostumbrada o mejor entregada a la autodisciplina, al trabajo constante y al deleite de la reiteración de las formas. Y es que para Pedro Sobrado el dibujo fue desde siempre una forma natural de comunicación.
Al considerar la potencia del dibujo, se tiene la certeza de que se trata de un verdadero lenguaje que nació ya con voluntad de universalidad.