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Imagina un escenario en el que prácticamente todas las personas trabajan para transformar la economía mundial y crear un mundo en el que las empresas pueden avanzar de forma sostenible satisfaciendo a la vez las necesidades de los más vulnerables.
Para las Naciones Unidas, los llamados “empleos verdes” juegan un papel esencial en la consecución de un futuro que idearon prácticamente todos los países cuando adoptaron el histórico Acuerdo de París en diciembre de 2015: un compromiso internacional para combatir el cambio climático y reducir significativamente las actividades provocadas por el hombre que contribuyen al calentamiento global.
En vísperas de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre el Clima, a celebrarse en septiembre y cuyo objetivo será impulsar la lucha contra el cambio climático, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, llamó a los líderes mundiales a presentar propuestas concretas de empleos verdes dignos. Para ello, les pidió que no vengan a la reunión con un discurso, sino con un plan.
Con motivo del encuentro medioambiental y para obtener más información sobre esta modalidad laboral, Noticias ONU contactó con Moustapha Kamal Gueye, coordinador del Programa de Empleos Verdes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la agencia de las Naciones Unidas dedicada a promover el trabajo decente.
1 ¿Qué es exactamente un puesto de trabajo verde?
La OIT define un trabajo ecológico como aquel que contribuye a preservar o restaurar el medio ambiente. Esta amplia definición supone desde incluir oficios para mejorar la eficiencia energética, hasta empleos que sirvan para una “descarbonización” activa de la economía y la reducción de las emisiones de gases nocivos en la atmósfera.
La Organización sostiene que los empleos verdes contribuyen a la transformación de las economías, las empresas y los mercados laborales en beneficio de una economía sostenible que protege el planeta y proporciona oportunidades de empleo decente para todos. Aunque la adaptación a los empleos ecológicos es más fácil en algunos sectores que en otros, en última instancia, “todos los empleos podrían ser verdes”, dice Gueye, “en el sentido de que su forma de trabajar puede ayudar a reducir la huella ambiental de la empresa”.
Para la ONU, los empleos verdes también deben ser “empleos dignos”. Esta definición implica que sean productivos, ofrezcan un salario justo y una protección social que incluya políticas en favor de la disminución de la pobreza y la vulnerabilidad, así como prestaciones por enfermedad, desempleo y discapacidad. También deben proporcionar igualdad de oportunidades para hombres y mujeres.
Todas estas medidas forman parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que en su objetivo número 8 llama a “lograr el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las mujeres y los hombres”, una meta que corrobora la visión de la ONU de una economía que beneficie a todos y sea menos dañina con el medio ambiente.
2 ¿Qué es una economía verde?
A nivel global, numerosos países intentan evolucionar a una economía más limpia abandonando su dependencia de los combustibles fósiles, como el carbón y el gas, para producir energía, y adoptando un abastecimiento más sostenible a través del aumento de las fuentes de energía renovables, como las plantas solares y los parques eólicos.
Aunque no existe una definición universalmente acordada del término, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) describe la economía verde como aquella que es “baja en emisiones de carbono, eficiente en el uso de los recursos y socialmente inclusiva“.
La declaración final de la conferencia de la ONU sobre desarrollo sostenible Río+20, uno de los encuentros previos más importantes a la adopción del histórico Acuerdo de París, indicaba que la economía verde es “una de las herramientas disponibles más importantes para lograr el desarrollo sostenible”, y que debería crear “oportunidades de empleo y trabajo decente para todo el mundo, manteniendo al mismo tiempo el funcionamiento saludable de los ecosistemas de la Tierra”.
3 ¿Qué tipo de empleos verdes se están creando hoy en día?
Sin embargo, tanto en los países desarrollados como en los en desarrollo, las oportunidades laborales se expanden más allá de la industria energética incluyendo a sectores como el de la construcción y el de la manufactura donde, gracias a una serie de novedosas técnicas, a menudo lideradas por la tecnología digital, se consigue reducir los desechos y mejorar la eficiencia.
Una clara muestra de ello es el Programa de Empleos Verdes de la OIT en los países en desarrollo que, gracias a la ayuda de la incorporación y aplicación de prácticas sostenibles en las comunidades, han aumentado sus posibilidades de obtener ingresos.
Así, por ejemplo, en las zonas rurales de Zambia se ha capacitado a las mujeres para que puedan construir sus hogares usando técnicas sostenibles y a ensamblar e instalar paneles solares, todo ello en un país que padece una crisis energética y en el que muchas personas nunca han tenido acceso a la electricidad.
Las habilidades aprendidas sirvieron para transformar positivamente la vida de la comunidad y, al mismo tiempo, lograron disminuir el impacto medioambiental gracias a la reducción de desechos y contaminación
4 ¿Cuántos empleos creará la economía verde?
La ONU se muestra muy optimista con los beneficios que la economía verde puede aportar al mercado laboral y destaca que, en la mayoría de los escenarios previstos, indican que su impacto final será positivo.
En su informe Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo de 2018, la OIT afirma que, si se toman las medidas necesarias para mantener el aumento de la temperatura mundial por debajo de los 2 grados centígrados, se crearán 18 millones de nuevos puestos de trabajo para el año 2030.
Del mismo modo, se esperan seis millones de puestos de trabajo adicionales como resultado del crecimiento de la llamada “economía circular”, en la que, en lugar de utilizar productos durante un corto periodo de tiempo y desecharlos, se prioriza la reparación, la reutilización y el reciclado.
5 ¿Qué ocurrirá con las personas que no trabajen en empleos verdes?
La ONU no rehúye el hecho de que el cambio hacia una economía verde hará que desaparezcan unos seis millones de puestos de trabajo, en particular en las industrias que contribuyen a la emisión de gases contaminantes y a otros factores del calentamiento global.
Por ese motivo, es tan importante el concepto acuñado por la OIT de una “Transición Justa”.
Actualmente, los trabajadores y comunidades de todo el mundo ya notan los efectos de la transformación económica y se espera que esta continúe durante los próximos años. La Transición Justa admite que el declive de ciertas industrias y ocupaciones provocará dificultades en algunos trabajadores; pero, a su vez, ha de servir para poner en marcha una serie de iniciativas que aborden estos desafíos como los subsidios, los cursos de perfeccionamiento y la ayuda para la reubicación geográfica.
De este modo, un funcionamiento eficaz de la Transición Justa requiere la participación conjunta de una serie de actores, desde los sindicatos a los gobiernos nacionales y locales, una mayor concienciación de la sostenibilidad de las empresas y las aportaciones de las organizaciones de ámbito comunitario.
De lograrlo, la recompensa final no podría ser mejor: un mundo en el que todas las personas trabajen en empleos decentes y productivos, contribuya a una economía global que proteja el medio ambiente y en beneficio de todos.
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