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La alcaldesa ha presentado hoy la exposición, compuesta por una veintena de murales de gran formato del fotógrafo Manuel Álvarez Diestro, que podrán verse hasta el 25 de septiembre
El centro cívico de Tabacalera acoge desde hoy y hasta el próximo 25 de septiembre una muestra del fotógrafo Manuel Álvarez Diestro sobre la transformación de Santander a través de sus escaleras y rampas mecánicas.
Así lo ha dado a conocer la alcaldesa, Gema Igual, durante una rueda de prensa en la que ha presentado esta exposición que, bajo el título ‘Santander Transversal’, quiere poner en valor esa estrategia de transformación de la ciudad que se ha desplegado durante los últimos años para hacer de Santander un espacio “más cómodo, más sostenible y más accesible para todos los ciudadanos”.
Acompañada por el propio artista y por los concejales de Movilidad y Barrios, César Díaz y Carmen Ruiz, Igual ha reconocido que a través de esta colección de 20 murales de gran formato se va a descubrir una nueva visión de la ciudad ya que constatan esa fusión entre el arte y la cotidianeidad y se descubre la belleza indómita de las estructuras metálicas.
Además, durante la exposición se presentará el vídeo experimental ‘Mar mecánico’, que completa el trabajo de la serie que ha desarrollado el artista en estos últimos meses.
“Santander ha logrado crear un modelo de ciudad de referencia que ha servido de inspiración al gran artista Manuel Álvarez Diestro y ello ya, de por sí y en sí mismo es un logro destacado, porque ha sabido extraer la belleza, la poesía y ‘el alma’ de esos aparentes hierros milimétricamente conectados y encajados en piezas que trasladan cientos de personas cada día”, ha remarcado.
Para la regidora, se trata de una exposición “clave” para conocer la transformación urbanística de los últimos años de la ciudad y su puesta a disposición al servicio de los ciudadanos. “Es el Santander del presente que queremos en el futuro: una ciudad acogedora, amable, cómoda y sostenible en donde los ciudadanos sean los protagonistas y puedan disfrutar de todos los espacios”, ha subrayado.
Durante la presentación, ha recordado que la complicada orografía de Santander hizo, ya a principios del cambio de siglo, plantearse una estrategia para facilitar la vida a los vecinos de las zonas más elevadas. Por ello, se decidió dedicar una parte de los recursos municipales a resolver esta situación a través de elementos de transporte vertical.
Las primeras, entre la calle Vargas e Isaac Peral, fueron inauguradas en 2007 y hoy 14 años después, la ciudad dispone de 15 itinerarios mecánicos peatonales en Santander que mejoran y facilitan la vida a más de 8 millones de usuarios cada año tras una inversión de 27,3 millones de euros.
Igual ha invitado a todos los santanderinos y visitantes a disfrutar de esta magnífica exposición y ser testigos de la transformación de Santander en un espacio a escala humana pensada por y para sus habitantes desde la sostenibilidad ambiental, social y económica.
El autor
Manuel Álvarez Diestro es uno de los artistas visuales más influyentes en fotografía de arquitectura. Cosmopolita y viajado, se define como amante de las ciudades. En su peculiar búsqueda de la belleza, no hay localizaciones turísticas, sino escenas en zonas casi marginales a las que deriva tras enamorarse de los enclaves que retrata. Plasmar aspectos subjetivos de grandes urbes, más que la objetividad, es su intención, dotándolas de emoción y rasgos de humanidad.
La ejecución del trabajo discurre entre el arte y la documentación, siendo además un ejercicio de introspección y reconciliación con su lugar natal, tras 30 años viajando por el mundo.
Durante los últimos meses ha centrado su mirada sobre escaleras, rampas y ascensores, creando una muestra que quedará registrada como una de las intervenciones urbanísticas más exitosas por su capacidad de regenerar el tejido urbano, mejorar los flujos de personas y posicionar a Santander como una ciudad moderna e inclusiva con el ciudadano, que apuesta por la calidad de vida.
Con este reencuentro plantea un viaje interior a la ciudad que habitamos, una reflexión sobre el paso del tiempo, la infancia y la paternidad. El resultado del proceso creativo, el más personal, compone un cariñoso homenaje a sus orígenes.
Las obras construyen un relato propio, una historia visual en la que, al mismo tiempo, se pueden intuir algunos de los escenarios imposibles que imaginó Piranesi en sus enigmáticas series de grabado en el siglo XVIII, imágenes que emulan empinadas rampas y escaleras a increíbles alturas y extrañas galerías en conexión.
El artista concibe con su dominio de la técnica y la interpretación, espacios cotidianos de la ciudad dotándolos de dramatismo y profundidad aportando una visión fantástica a lugares reales en los que no reparamos a diario.