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Una investigación arqueológica en la Cueva del Mazo buscará definir con más detalle la frontera temporal entre el Paleolítico medio y el superior

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El concejal de Patrimonio Cultural, José Salmón, ha mostrado su satisfacción por el acuerdo alcanzado entre la Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Cantabria y GAEM Arqueólogos para tomar muestras geo-arqueológicas en la Cueva del Mazo, en Revilla de Camargo.

“Se trata de una actuación vuelve a refrendar la importancia de las cuevas situadas en Camargo y que que permitirá conocer nuevos detalles sobre la cavidad y contextualizar adecuadamente los elementos que se encuentren en ella, tanto desde el punto de vista cronológico como a nivel patrimonial”, ha subrayado el edil.

Salmón ha agradecido también la labor que se está desarrollando desde la Dirección General de Patrimonio Cultural del Ejecutivo autonómico para potenciar el conocimiento arqueológico de la región y promover el interés científico que poseen cuevas como la del Mazo.

De hecho, ha recordado que esta cavidad ubicada en Revilla de Camargo “a pesar de ser casi una desconocida para la población en general”, constituye “uno de los principales yacimientos en cueva de Cantabria” y posee además “un gran interés historiográfico al tratarse de la primera cavidad con yacimiento paleolítico que fue reconocida en España”.

El edil ha detallado que los trabajos de los arqueólogos darán comienzo el 20 de septiembre y se prolongarán durante cuatro días.

A través de esta campaña se buscará recuperar este yacimiento para la investigación arqueológica regional en general, y en particular, en lo relativo al límite temporal entre el Paleolítico medio y superior.

Además, también se persigue contextualizar cronológicamente la totalidad de su registro conservado y, con los datos que se obtengan, complementar la información recogida en las cuevas de Covalejos y Cudón para poder definir la transición entre esos dos periodos del Paleolítico.

Trabajos contemplados

La realización de esta actuación consistirá en la toma por parte de los investigadores de micromuestras de sedimento y de material para su datación numérica, así como la toma de micromuestras para proceder a la realización de su análisis paleobotánico.

Estas actuaciones, al margen de su interés arqueológico para contextualizar geoarqueológicamente la serie estratigráfica del Mazo, supondrán la recuperación científica del yacimiento, con la retirada de sedimentos.

Las tareas contempladas permitirán, por un lado, contextualizar geoarqueológicamente los materiales conservados en el MUPAC que fueron obtenidos en una toma de muestras realizada en 2019, correlacionar las ocupaciones del yacimiento con el registro ambiental y cronoestratigráfico del Pleistoceno Superior, así como dotar de un marco cronológico y paleoambiental al yacimiento.

Historia

La Cueva del Mazo forma parte de un conjunto de cavidades con yacimientos prehistóricos situadas en Revilla de Camargo, en un reducido cueto calizo de enorme valor natural e histórico. Cuenta con una amplia estratigrafía y de hecho fue el primer yacimiento prehistórico excavado en la región cantábrica, en la segunda mitad del siglo XIX (hacia 1876) por parte de Marcelino Sanz de Sautuola.

A comienzos del siglo XX la cueva fue excavada por Lorenzo Sierra y Jesús Carballo, hallándose un importante lote de materiales entre los que destacó una calota humana del período Auriñaciense (en torno a 30.000 años de antigüedad). Lorenzo Sierra localizó además el yacimiento existente al pie de la cueva, que constituyó el primer yacimiento prehistórico al aire libre localizado en el municipio de Camargo.

El cueto calcáreo en el que se ubica la Cueva del Mazo fue afectado a principios del siglo XX, por una cantera hoy desaparecida que alteró la boca de la cavidad y buena parte de su registro arqueológico, lo que provocó que la cueva no fuera tenida en cuenta en el marco teórico de los estudios de la Prehistoria cantábrica.

A comienzos de los años 80 del pasado siglo, el Colectivo para la Ampliación de Estudios de Arqueología Prehistórica (CAEAP) documentó de nuevo el yacimiento y lo introdujo primero en la l Carta Arqueológica de Camargo, y posteriormente en el Inventario Arqueológico de Cantabria.