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El vicepresidente ha señalado la importancia de impulsar la rehabilitación y el acompañamiento de los enfermos y sus familias.
Santander – 26.10.2021
El vicepresidente y consejero de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte, Pablo Zuloaga, se ha sumado hoy a la conmemoración del Día del Daño Cerebral, señalando la necesidad de dar visibilidad a una patología que puede afectar a cualquier persona, tanto por causa de una enfermedad neurodegenerativa como por algún tipo de accidente.
Durante su visita a la mesa informativa instalada por la asociación de familiares y afectados por daño cerebral de Cantabria ‘DCERCA Cantabria’ en la Plaza Mayor de Torrelavega, además de mejorar el alto grado de calidad asistencial que se presta a estos pacientes en la región, Zuloaga ha centrado los esfuerzos en el trabajo de acompañamiento, tanto de los enfermos como de sus familiares.
También se ha referido a la importancia de impulsar la rehabilitación de las personas que padecen daño cerebral para que, en la medida de lo posible, puedan recuperar su calidad de vida habitual.
En cifras, ha señalado que cada año cerca de 1.000 cántabros sufren daño cerebral como consecuencia de un ictus (el 78%) o de un traumatismo cráneo-encefálico (el 22%).
En la visita el vicepresidente ha estado acompañado por los concejales de Sanidad y Servicios Sociales del Ayuntamiento de Torrelavega, Borja Sainz y Laura Romano, respectivamente; y responsables de los Centros Sinapse y Cajal de Torrelavega para la asistencia a personas con daño cerebral por trastorno neurológico.
Los representantes municipales han comentado la importancia de esta iniciativa para informar a la sociedad sobre esta patología y contribuir a mejorar el bienestar de los enfermos y sus familias. También han expresado la voluntad del Ayuntamiento de Torrelavega para continuar colaborando con DCERCA Cantabria en futuras actividades.
La súbita aparición es una de las características que define al daño cerebral, cuya consecuencia más dramática es el cambio radical del proyecto de vida emprendido por la persona afectada y su familia, afirmándose que no hay personas, sino familias con daño cerebral.
