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Santander – 30.10.2019
La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Ana Belén Álvarez, ha visitado este miércoles el Centro de Atención a la Dependencia (CAD) de Sierrallana donde se ha reunido con su directora Silvia Mendieta, a quien ha garantizado el compromiso del Gobierno con el Plan Director del centro.
La consejera ha podido recorrer las instalaciones y conocer el funcionamiento y al personal de este centro público donde se presta una atención integral y especializada a las personas con discapacidad intelectual en situación de dependencia severa y que está gestionado directamente por el Instituto Cántabro de Servicios Sociales (ICASS).
Durante su visita, en la que ha estado acompañada por la directora del ICASS, Mª Antonia Mora y que se enmarca en la ronda que está haciendo por los distintos centros que forman parte de la Consejería de Empleo y Políticas Sociales, la consejera ha señalado la importancia que tiene el personal que trabaja con estas personas “especialmente vulnerables”.
Ana Belén Álvarez se ha mostrado especialmente interesada por el nuevo modelo de “atención personalizada” que se está implantando y que está “centrado en las habilidades y gustos de cada residente en función también del tipo de dependencia”.
El objetivo de este proyecto, en el que se está implicando el equipo humano que trabaja en el CAD de Sierrallana, es mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad e incrementar sus posibilidades de autonomía y crecimiento personal, favoreciendo su adaptación al entorno en el que viven.
Durante su visita, la consejera ha podido comprobar el grado de ejecución de las obras de construcción del nuevo módulo.
El CAD de Sierrallana
El Centro de Atención a la Dependencia de Sierrallana está situado en las inmediaciones del Hospital comarcal del mismo nombre. Actualmente cuenta con 74 residentes y trabajan 160 personas.
El nuevo módulo que se está construyendo tiene capacidad para 20 habitaciones y cuenta con una piscina terapéutica que garantiza una atención integral y permite la rehabilitación de los usuarios.
Las instalaciones se distribuyen en dos plantas con una superficie total construida de 2.065 metros cuadrados, más del doble que el derribado, con mejoras que redundarán en beneficio de las personas usuarias con grandes discapacidades, garantizando una atención adecuada y mejorando también la seguridad, tanto de trabajadores como de usuarios.
La nueva edificación permite una mejor integración del interior con los jardines que rodean el centro. En la planta baja se desarrollará el programa de actividad diurna, con dos salas de estar, comedor, dos baños accesibles, zona de control, sala de reuniones, de visitas, polivalencia, rehabilitación, dos ascensores portacamillas y almacenes.
En el proyecto se ha incluido una piscina terapéutica con dos vestuarios (uno adaptado a camilla con grúa), un cuarto para monitores, así como una rampa terapéutica y una grúa para trasladar a las personas de los vestuarios a la propia piscina.
En la primera planta hay 20 habitaciones adaptadas, tanto individuales como dobles, con 34 camas. La superficie de las habitaciones será de 19,20 metros cuadrados, superior a las 16 que exige la normativa, para que los usuarios tengan más comodidad y espacio y los empleados, mejores condiciones para desarrollar su trabajo. Algunas de las habitaciones contarán con grúa y todas tendrán baños adaptados.
Fuente: www.cantabria.es