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Un total de 345.000 euros es la cantidad que el Ayuntamiento de Liérganes ejecutó, durante 2020, en el arreglo de diversas carreteras de la concentración parcelaria, tanto en Pámanes -en donde su Junta Vecinal no tiene medios económicos suficientes con los viales de su propiedad– como en el propio Liérganes.
De esta forma el equipo de gobierno municipal -Unión por Liérganes y Pámanes (ULP) y Partido Regionalista de Cantabria (PRC)- han cumplido sobradamente con el pacto político alcanzado entre ambas formaciones en diciembre de 2019. En el documento firmado se preveía invertir, a lo largo de la legislatura, en reforma de los caminos de parcelaria -todos ellos construidos mayoritariamente en la década de los noventa-, un total de 500.000 euros.
Todas estas actuaciones han generado no solo empleo y riqueza, en un año muy difícil no solo por la crisis del coronavirus, sino también una mejora en las comunicaciones en el término municipal y en los servicios en general. “La obra pública ayuda a dinamizar la economía, tras la crisis económica y sanitaria. Las obras a cargo de las Administraciones servirán para crear empleo y animar la actividad del municipio”, ha manifestado José Ortiz, concejal de Medio Rural.
“En un solo año se han invertido 345.000 euros del medio millón pactado. Eso no quiere decir que de aquí a 2023, no sigamos dedicando partidas económicas importantes a los viales de parcelaria, fundamentales para vecinos, ganaderos, cazadores y empresas que realizan cortas de madera en los montes”, ha asegurado el alcalde, Santiago Rego.
Las obras, bajo proyectos del ingeniero José Manuel Pérez Pelayo, han sido llevadas a cabo por tres empresas –Solpavifer, Senor y Rucecán-, y se han ejecutado, en su totalidad, con fondos municipales. De los 345.000 euros empleados la mayor cantidad lo fue con cargo al superávit de 2019 y el presupuesto ordinario de 2020, aprobado en plena pandemia cinco meses después del pacto político entre la ULP y el PRC.
Todas las zonas objeto de actuación se encontraban en un estado de elevado deterioro, debido al paso continuo de vehículos -camiones de recogida de la leche, de transporte de pienso y forraje, tractores, etcétera-, y las precipitaciones producidas en las épocas de lluvias. Ese paso constante de automóviles y maquinaria ligada al sector agropecuario, junto a la lluvia, ha producido una compactación irregular, lo que ha generado las denominadas popularmente como “roderas”.
Asimismo, el agua en escorrentía había provocado, tanto en las zonas de mayor pendiente longitudinal como en las curvas pronunciadas, un arrastre de material de la capa de la plataforma y originado baches y blandones. El objetivo último ha sido regularizar esa capa superficial de los viales, el saneo de los llamados blandones, así como la limpieza y construcción de los drenajes longitudinales y transversales para la correcta evacuación del agua de lluvia a través de cunetas que, en los casos de zonas altas, se han ejecutado con hormigón.