41612 visitas
Santander – 05.07.2021
La consejera de Educación y Formación Profesional, Marina Lombó, ha anunciado la próxima aprobación de la Orden de Acreditación de Competencias en Formación Profesional, que está previsto entre en vigor en el mes de septiembre.
Así se lo ha transmitido a los miembros de la Junta Directiva de CEOE Cantabria, durante su intervención hoy en una jornada en la que ha abordado las novedades de la Formación Profesional derivadas, principalmente, de tres actuaciones: el Plan de Modernización de FP, la nueva Ley de FP y la llegada de fondos europeos.
En esta reunión telemática, en la que ha participado el presidente de CEOE Cantabria, Enrique Conde, la titular de Educación ha asegurado que estos cambios permitirán adaptar este tipo de enseñanzas a las demandas y el nuevo modelo productivo que necesita Cantabria. Por ello, ha defendido la importancia del Plan de Modernización de la Formación Profesional, que impulsa el Gobierno de España, que pivotará sobre cinco ejes fundamentales: la evaluación y acreditación de competencias profesionales; la formación en digitalización; la puesta en marcha de aulas de emprendimiento de FP, junto al incremento de plazas ofertadas y la conversión de las aulas en Espacios de Tecnología Aplicada.
Además, ha recordado que para abordar este giro de 180 grados en la Formación Profesional Cantabria dispondrá de 12 millones de euros, a través de los fondos europeos REACT, para la creación de una Red de Centros Integrados de Formación Profesional, centrados en potenciar la formación relacionada con la Energía y el Agua, el ámbito Marítimo-Pesquero, la Industria 4.0 y la Industria Agroalimentaria. Esta cantidad se verá completada con otros 6 millones que, a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, se dirigirán en el curso 2021/2022 a la evaluación y acreditación de competencias; la formación digital y verde aplicada a sectores productivos; la creación de aulas de emprendimiento y una mayor oferta formativa, con 720 plazas en el próximo curso escolar, así como seis aulas de tecnología aplicada y la creación de ciclos bilingües, un aspecto “tan necesario en la FP”, ha precisado.
Demanda de profesionales con perfil técnico
Lombó ha señalado que este cambio de modelo y de concepto de la FP viene empujado por la demanda existente y los cambios en el sector productivo que hace necesario impulsar la formación de técnicos y técnicos medios.
La titular de Educación ha asegurado que el Gobierno de España y las Comunidades Autónomas han mantenido reuniones constantes para elaborar el nuevo Decreto de Reconocimientos de las Competencias Profesionales adquiridas a través de la experiencia laboral. Ahora, Cantabria aprobará la Orden que permitirá la aplicación del Decreto, que ya ha sido aprobada por el Consejo de Formación Profesional.
Lombó ha recordado que con el antiguo Catálogo Nacional de Cualificaciones y Formación Profesional las vías de acceso a este reconocimiento y certificación eran cursar estudios de FP en el sistema educativo y el desempeño de tareas vinculadas a la Formación Profesional para el empleo en la Administración Laboral, además de la experiencia laboral y las vías no formales de aprendizaje. Por el contrario, ha manifestado que el nuevo camino que ahora se emprende conduce hacia una Formación Profesional “integrada” que reconozca la acreditación parcial de competencias, el certificado de competencias, el certificado profesional, los ciclos formativos y los cursos de especialización.
“Este sistema permitirá determinar que toda la formación tenga validez académica y profesional, basado en una nueva modalidad formativa con microformaciones, que permitirá progresar y obtener acreditaciones y titulaciones de mayor nivel, lo que facilitará programar un itinerario formativo propio”, ha manifestado Lombó, quien ha subrayado que el futuro de la nueva FP la convertirá en “única, acumulable, acreditable y flexible”.
En su opinión, es necesario aumentar la cualificación profesional, porque desde 2010 el procedimiento sólo ha alcanzado a un 2,47% de los posibles beneficiarios. En España el porcentaje de población con un bajo nivel de cualificación profesional es del 30%, ha sostenido, mientras que la media en la UE es del 15%, por este motivo, Lombó ha abogado por una acreditación profesional que permita, en 2024, acreditar las competencias de un 40% de la población menor de 55 años en el conjunto del país, es decir, 3.352.000 personas.
‘Acredita Cantabria’
Las labores de acreditación en Cantabria se llevarán a cabo a través del programa ‘Acredita Cantabria’ y la formas para conseguirlo, según ha detallado Lombó, serán las vías formales de formación, a través de la obtención de títulos de FP y certificados de profesionalidad; la experiencia laboral y personal y las vías no formales de formación. Este Procedimiento de Evaluación y Acreditación de las Competencias Profesionales (PEAC), a través de las vías no formales de formación y la experiencia laboral y personal, se mantendrá abierta de continuo a lo largo de la vida laboral de los trabajadores.
Con el Procedimiento de Evaluación y Acreditación de Competencias se persigue evaluar las competencias profesionales de las personas, acreditar oficialmente las competencias profesionales y facilitar el aprendizaje a lo largo de la vida y el incremento de la cualificación profesional del trabajador, también dentro de la empresa. Al término del procedimiento a los participantes se les remitirá un escrito con las unidades de competencia acreditadas (parte de un título de Formación Profesional o de un certificado de Profesionalidad); las posibilidades de formación de las unidades de competencia no acreditadas y las posibilidades de formación para completar la formación conducente a la obtención de un título de formación profesional o certificado de profesionalidad relacionado. Según ha asegurado la consejera el objetivo del Plan Acredita es acreditar 11.000 unidades de competencia en dos años en Cantabria.
Entre los requisitos para obtener esta certificación se encuentran contar con nacionalidad española, certificado de registro de ciudadanía comunitaria, tarjeta de familiar de ciudadano de la UE o la titularidad de una autorización de residencia o residencia y trabajo, además se ha de tener 18 años en el momento de realizar la inscripción, cuando se trata de unidades de competencia de FP Básica, o 20 años para las de Grado Medio y Superior. Por lo que respecta a la experiencia laboral y la formación relacionada, para el nivel Básico se requerirán 2 años de experiencia laboral con un mínimo de 1.200 horas trabajadas y justificar, al menos 3 años, con un mínimo de 2.000 horas trabajadas en total en los últimos 15 años en los niveles de Grado Medio y Superior.
Con respecto a la formación habrán de ser 200 horas las realizadas en los últimos 10 años para la certificación en FP Básica y 300 horas en los últimos 10 años para Grado Medio y Superior.