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Los casos de acoso descienden hasta cuatro este curso, pero la consejera fija como objetivo el “acoso 0” y se compromete a detallar en el Parlamento los datos.
Santander – 17.03.2022
La consejera de Educación y Formación Profesional, Marina Lombó, ha destacado hoy el “buen clima escolar” de las aulas cántabras, un hecho del que, ha dicho, son artífices familias y docentes, que educan para “la paz, el respeto y la tolerancia”, y ha destacado que en los seis primeros meses de este curso se ha producido un descenso de los casos de acoso confirmados respecto al año pasado.
Según ha detallado esta mañana durante su comparecencia en la Comisión parlamentaria de Educación y Formación Profesional, a tres meses de la conclusión del curso se han abierto 32 protocolos y se han confirmado cuatro casos de acoso escolar. Por etapas, el protocolo de acoso se activó en doce ocasiones en Infantil y Primaria, etapas en las que se confirmaron tres casos de acoso; en quince ocasiones en Educación Secundaria Obligatoria, con un caso confirmado, y se activó el protocolo en una ocasión en Bachillerato y cuatro en Formación Profesional, sin que se confirmara el acoso.
Estos datos, ha valorado Lombó, arrojan una “mejora con respecto al curso anterior”, que fue, ha dicho “complicado”. Ese curso 2020-2021, y aunque los datos no son comparables con el anterior 2019-2020 -cuando se produjo la suspensión de la docencia presencial durante más de tres meses-, sí se constató un empeoramiento.
“Si nos retrotraemos un poco en el tiempo entenderemos que en el curso 2020-2021 se produjese un aumento de conductas no apropiadas en las aulas”, ha señalado la consejera, quien ha apuntado que los alumnos venían de meses de confinamiento y se encontraban, como toda la sociedad, en una situación de incertidumbre muy complicada. Fue, ha dicho, un año difícil a todos los niveles, que la sociedad cántabra superó pese a las dificultades “gracias a la implicación, el esfuerzo y el compromiso de toda la comunidad educativa”.
La titular de Educación ha agradecido el “tono” del debate de la Comisión y las sugerencias de los grupos políticos, y ha asegurado que el departamento que dirige pondrá todo de su parte para “conjuntamente” al resto de grupos parlamentarios seguir avanzando con el objetivo 0 casos de acoso escolar. “Hoy tenemos la posibilidad de entre todos construir un sistema mejor, más ágil que permita mejorar lo que tenemos”, ha dicho la consejera, que se ha comprometido a detallar a la Comisión los datos del Observatorio de la Convivencia cuando se elaboren.
Lombó ha recalcado que cada paso dado en el ámbito de la convivencia escolar “no es fruto de la actuación unilateral de un dirigente en un momento determinado”, sino el trabajo coordinado y conjunto del Gobierno de Cantabria, la comunidad educativa, y entidades como la Policía Nacional, la Guardia Civil y asociaciones contra el acoso escolar.
Repaso de los instrumentos para combatir el acoso escolar
Así, ha repasado la normativa e instrumentos jurídicos con las que se cuenta para combatir esta lacra y ha puesto de relieve la importancia de los planes de convivencia en los centros, que forman parte de sus proyectos educativos. Otro de los instrumentos que ha destacado es el Observatorio para la Convivencia Escolar, “un órgano plural que trabaja mucho y bien”, y entre cuyas labores se encuentran la de aportar información actualizada y rigurosa sobre la situación de la convivencia, la elaboración de propuestas para actuaciones que incidan en la mejora de la convivencia y la puesta en marcha iniciativas de apoyo para la elaboración y desarrollo de sus planes de convivencia.
A estas herramientas se suma el Plan Director para la Convivencia y la Mejora de la Seguridad de los Centros Educativas, impulsado por el Ministerio del Interior, el Ministerio de Educación y Formación Profesional y el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad, y que según ha explicado, en nuestra Comunidad Autónoma lo coordina la Delegación de Gobierno e implica una participación activa y un contacto continuo entre la Consejería de Educación y la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Además, ha subrayado el papel de la “formación específica” como elemento “fundamental” y ha recordado que el Plan Regional de Formación Permanente del Profesorado para el periodo 2021-2025, en funcionamiento desde el pasado mes de noviembre, cuenta con una línea centrada en la convivencia escolar, que ya ha registrado 22 acciones formativas específicas sobre la convivencia a través del Centro del Profesorado de Santander.
La manera de actuar ante la detección de un posible caso de acoso está, “protocolarizada y es efectiva”, ha ratificado, para ello se cuenta con ‘Protocolo de actuación para los centros educativos ante una posible situación de acoso escolar’, y otros dos que complementan al anterior, uno específico sobre alumnado que presenta diversidad funcional y/o necesidades educativas especiales y otro para la prevención, detección e intervención ante acoso homofóbico y/o transfóbico.
Lombó ha afirmado que en los últimos años se ha trabajado mucho en una cuestión esencial: vencer el rechazo a la apertura de los protocolos y ha reiterado que “ante cualquier duda, hay que abrir el protocolo de acoso”. “No hay que tener miedo a abrirlo; no presupone nada; no implica nada más que la intención de analizar un supuesto de alteración de la convivencia para analizar si ha habido un caso de acaso o no, y actuar en consecuencia”, ha sentenciado. Así, ha señalado que durante el curso 2020-2021, los centros educativos abrieron el protocolo en 63 ocasiones y se constataron 18 casos de acoso escolar.
Lombó ha señalado que se ha considerado “imprescindible” ir más allá y completar esas actuaciones con formación específica, una acción que durante el actual trimestre y el próximo, se celebrará bajo la organización de los Centros de Formación del Profesorado, y se destinará a equipos directivos y orientadores de Primaria y Secundaria. Además, ha recordado la amplia trayectoria en Educación Emocional y de las Habilidades Sociales desarrollado conjuntamente con la Fundación Botín, y en la que Cantabria es “pionera”.
Protocolo actuación ante el suicidio
En este sentido, ha asegurado que su departamento ha ido “un paso más allá” con la elaboración de una ‘Guía de prevención, detección e intervención ante casos de ideación suicida en el ámbito educativo’, en la que se trabaja conjuntamente con la Consejería de Sanidad y cuya previsión de aprobación se fija en el mes de mayo.
Además, de trabajar en la prevención se ha dado respuesta a situaciones que ya se producen, por eso se trabaja en la implantación de una nueva figura, la Unidad Educativo-Terapéutica (UET), destinada a alumnos y alumnas con problemas de salud mental que asisten a centros ordinarios pero que, en un momento dado, presentan síntomas psicológicos o conductuales que durante un tiempo impiden continuar en colegio o institutos hasta su estabilización porque necesitan un doble abordaje: educativo y clínico.
La unidad nacerá con dos aulas en Santander: una para el alumnado de seis a doce años y otra de doce a dieciséis, para cubrir así todo el tramo de escolarización obligatoria por un periodo temporal y transitorio. Es decir, atenderá al alumnado siempre con el objetivo de que los alumnos se reincorporen a sus centros educativos.
La consejera ha concluido reforzando la idea de que la comunidad educativa es “exigente y ambiciosa”, y trabaja con el objetivo claro de que haya “0 casos de acoso escolar”, y ha recordado que los centros educativos son “reflejo de la sociedad y parte de ella”, por lo que todos los esfuerzos en esta materia constituyen una “responsabilidad conjunta”, ha señalado.