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Fernando Alonso, bicampeón de Fórmula Uno, regresó a IMS (Indianapolis Motor Speedway) por primera vez desde las 500 Millas de Indianápolis de 2017, cuando lideró la prueba durante 27 vueltas y fue nombrado novato del año. El progreso del español se retrasó el miércoles por un problema eléctrico en la vuelta de instalación en su McLaren Chevrolet #66 y no pudo completar las fases obligatorias de la sesión de actualización.
“Es bueno estar de vuelta, volver a sentir la magia del lugar”, dijo Alonso. Añadió que la cuestión del coche no fue una sorpresa completa, ya que fue la primera vez en la pista con el chasis Dallara preparado en el Centro de Tecnología McLaren en Inglaterra, con los últimos retoques que se le dieron hace una semana. “Nosotros, obviamente, perdimos un poco de tiempo al principio”, dijo. “Ésto era más o menos esperado porque, como dije, era un chasis completamente nuevo, un coche totalmente nuevo. Todo encajará en la última semana. Esperamos correr lentamente, paso a paso, con carreras cortas al principio, y eso es lo que hice”. “Hicimos las vueltas de instalación al mediodía y fue cuando descubrimos los problemas. Entonces tuvimos varias horas de trabajo en el coche para prepararlo para la tarde. Por desgracia, el mal clima lo retrasó todo. Hicimos la vuelta a las 5:30 pm y no hubo espacio para volver a la pista más tiempo “. “Estoy seguro que vamos a recuperar estas vueltas en mayo. Esta vez la Indy 500 es diferente para mí. Ya conozco la carrera, conozco la longitud y debería estar un poco más preparado especialmente en el lado emocional. Ahora es sólo hacer que el coche vaya rápido. Tenemos dos semanas y una gran cantidad de trabajo por hacer, pero estoy seguro de que seguiremos avanzando en la dirección correcta “.
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