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Gema Igual les ha explicado de primera mano las mejoras introducidas en una actuación que permitirá liberar 87.500 m2 de suelo para la ciudad y les ha trasladado el ultimátum planteado por el Ministerio, que supone elegir entre reactivar el proyecto o perder esta oportunidad histórica para Santander
La alcaldesa de Santander se ha reunido con representantes de las asociaciones de vecinos del área de Castilla-Hermida (Miralpuerto y Antonio López) y el Barrio Pesquero para informarles sobre el proyecto de reordenación ferroviaria y detallar las mejoras introducidas por parte de ADIF en una actuación que permitirá liberar alrededor de 87.500 metros cuadrados de suelo, que actualmente tiene uso ferroviario, para ponerlo a disposición de los santanderinos.
Gema Igual ha querido explicarles de primera mano las características del proyecto -que, tras el acuerdo alcanzado al inicio de legislatura, hace casi tres años, entre las administraciones implicadas (Ministerio de Transportes, Gobierno de Cantabria y Ayuntamiento de Santander) de hacer un “paréntesis” en el que se analizara la posibilidad de mejorar la actuación prevista- se ha visto modificado en diversas cuestiones, en beneficio de la ciudad.
De esta manera, la cubierta sobre las vías ferroviarias se divide en dos escalones y, además, se rebaja la cota en la franja de la calle Castilla, de manera que se disminuye en 3 metros de altura respecto a la previsión inicial.
Igual ha recordado que el Ministerio de Transportes, el Gobierno de España y el Ayuntamiento de Santander llevan trabajando más de 10 años con el objetivo de que la ciudad, y en especial los barrios de Castilla-Hermida y la calle Alta, vean mejorada notablemente su calidad de vida al reordenar la disposición de los suelos ferroviarios y ganar nuevos espacios para el uso y disfrute por parte de los ciudadanos.
En este sentido, ha indicado que, en el año 2018, se aprobó definitivamente el estudio informativo para la reordenación ferroviaria que establece las actuaciones, en el marco de las competencias ferroviarias, que ADIF llevará a cabo para unificar las vías y las dos estaciones actuales junto a la ladera sur de la calle Alta, de forma que queden libres 36.000 metros cuadrados en la calle Castilla.
Asimismo, el hecho de cubrir las vías -en lugar de dejarlas al aire en superficie- permite ganar otros 51.200 metros cuadrados para los santanderinos, que podrán decidir sobre el destino que se dará tanto al espacio situado sobre el cubrimiento como al resto de terrenos liberados.
“ADIF ha mejorado la propuesta inicial y ahora plantea un ultimátum que nos coloca en la situación de elegir entre reactivar el proyecto -con las mejoras incorporadas- o perder esa oportunidad histórica para Santander”, ha subrayado.
La alcaldesa ha hecho hincapié en que reformular ahora el proyecto desde el principio supondría un retraso de 10 o 15 años más, además de correr el riesgo de perder la financiación del resto de administraciones establecida en el convenio firmado en el año 2018, que se ha venido prorrogando desde entonces y que suponía que, de los 188 millones de euros de coste total, el Gobierno central se haría cargo de 138 millones, mientras que el Gobierno de Cantabria aportaría 30 millones y el Ayuntamiento los 20 millones restantes.
Por estos motivos, tanto el Ministerio de Transportes como el Gobierno de Cantabria y la Alcaldía de Santander están de acuerdo en avanzar, retomando el proyecto de reordenación ferroviaria “con el fin de que la ciudad no deje pasar una oportunidad histórica de mejorar la calidad de vida de sus vecinos en unas zonas tan necesitadas de espacios libres como Castilla-Hermida y la calle Alta y su entorno”, ha apuntado Igual.
La regidora ha advertido de que el Ayuntamiento no puede cambiar el estudio informativo ni los requerimientos ferroviarios de ADIF porque no es de su competencia y ha argumentado que este documento es la hoja de ruta, pero que la idea es mejorar la llegada de los viajeros, las instalaciones y que se libere suelo para la ciudad.
La alcaldesa ha recalcado que el inicio de las obras en el ámbito ferroviario en base a ese estudio informativo -que ADIF puede acometer ya, sin necesitar de solicitar licencia ni autorización al Ayuntamiento- es perfectamente compatible con el desarrollo de un proceso de participación ciudadana para determinar el destino de los 87.500 metros cuadrados de suelo liberado.
“Los santanderinos podremos decidir si queremos que, por ejemplo, la losa que cubra las vías se convierta en un gran parque para Castilla-Hermida y la zona de la calle Alta, generando un corredor verde”, ha indicado, al tiempo que ha subrayado la necesidad de que la ciudad de Santander avance en un proyecto estratégico para sus vecinos, como es la liberación de espacios ferroviarios.
Otras actuaciones de interés en el barrio
En el encuentro con las asociaciones de vecinos, en el que ha participado también el concejal de Fomento, Movilidad Sostenible y Vivienda, César Díaz, se han analizado, además, otras cuestiones de interés para la zona, como la construcción de un aparcamiento disuasorio en La Marga.
Así, los representantes municipales les han puesto al día de los intentos del Ayuntamiento de retomar con el actual presidente de la Autoridad Portuaria las conversaciones, que estaban encauzadas con el anterior responsable de esta entidad, para que se autorice la construcción de un aparcamiento disuasorio de 1.200 plazas, repartidas en 3 plantas, en los terrenos portuarios junto a la rotonda de La Marga.
A su juicio, esta es la ubicación idónea para el aparcamiento disuasorio, ya que permite un acceso directo desde la glorieta, antes de entrar al barrio de Castilla-Hermida, tal y como se viene planteando desde el Ayuntamiento desde hace años y frente a otras posibles ubicaciones, como Varadero, que es la propuesta que recientemente ha hecho pública la Autoridad Portuaria.
Esta actuación, presupuestada en 6.250.000 euros, entraña ventajas como que su posición a la entrada de Santander le identifica claramente como puerta de entrada; y, por tanto, como aparcamiento disuasorio; y está estratégicamente bien situado puesto que recoge todos los movimientos posibles provenientes de la S-10, intercambiador de la Marga y N-623, y próximo a Valdecilla Sur, ha explicado el concejal de Movilidad Sostenible.
Díaz ha indicado que este aparcamiento disuasorio reduciría el número de vehículos de entrada por Marqués de la Hermida y los de salida por la Calle Castilla, teniendo en cuenta que solo por el acceso a Santander a través de la S-10 entran todos los días una media de 43.000 vehículos a la ciudad.
Además, permitiría que las más de 500 plazas de aparcamiento que están ubicadas en el paseo marítimo de Marqués de la Hermida y en las parcelas de la zona de Varadero, se destinen en exclusiva a los residentes del barrio de Castilla-Hermida, Barrio Pesquero y Antonio López, tal como ha propuesto el Ayuntamiento a la Autoridad Portuaria.
El responsable municipal de Movilidad Sostenible ha mencionado entre los proyectos de futuro para esa zona la posibilidad de soterrar el tráfico de entrada a la ciudad a lo largo de Marqués de la Hermida, entre la rotonda de la Marga y la calle Antonio López, de manera que en superficie únicamente exista el tráfico vinculado al barrio (residentes, comerciantes, transporte público, etc.), liberando mucho espacio para destinarlo al uso y disfrute por parte de los ciudadanos.
Fuente: www.santander.es